Qué difícil es hablar de esto, porque nadie que no haya pasado por eso lo va a entender. No me he tratado esto que supe que es depresión, pues no tengo ganas de nada. Hasta bañarme o lavarme el pelo es con mucho esfuerzo, entonces me preguntaba por qué me cuesta hacer cosas que son tan fáciles como doblar y guardar ropa lavada. Cualquiera, hasta la familia, te critica por floja o tienes que darte ánimo.
Claro, me doy ánimo, me levanto, ya es difícil y angustiante no tener ánimo para nada, ni siquiera para pintar, que tanto me gusta.