Mi ánimo está bien, solo me preocupa poder llegar a fin de año con el mismo ánimo, y no aflojar en el camino, con tantas responsabilidades, el programar el día entre las cosas del trabajo y las domésticas, más el llevar y traer a los niños del colegio. El correr todo el día es agotador… Y los imponderables, de siempre, más las deudas son cosas que no te dejan jamás.