Me siento frustrada, y que todos mis miedos y demonios están luchando para ver quién gana esta batalla. Con esta pandemia tuve que cambiarme de la ciudad (Santiago) a un pueblo, en medio de la nada, literal, sin negocios cerca, sin amigos cerca, sin la comodidad de mi depto. Sin mi familia para apoyarme. Nos vinimos como familia con mi pareja y nuestro hijo a emprender nuestro propio negocio, porque él fue despedido cuando llevábamos como la mitad de la pandemia el 2020. El 2021 tuve una fuerte crisis de ansiedad y depresión porque no logro adaptarme a esta nueva vida…