Hay días que me siento cansada, ansiosa, angustiada, enrabiada, sola. Con noches sin dormir… Pero hay otros días que me siento con todas las ganas de cambiar todas esas emociones y transformarlas, porque sé que muchas veces no hay motivo para sentir así. Desde la adolescencia me he sentido así, hay momentos bien feos, pero aún me siento fuerte. Me gustaría aprender a manejar mis emociones, no permitir que me “jodan” mis días.