Tengo casi 40 años y soy una mujer profesional. Mi esposo me maltrató psicológicamente durante 15 años por adquirir obesidad luego de haberme enfrentado a un par de enfermedades. Hace 6 meses me dejó por una mujer mayor de 50 años, recepcionista de la empresa donde él trabaja, una señora con un cuerpo fabuloso. Oigo a diario su voz en mi mente con sus discursos repetitivos: me das asco, tienes olor a cáncer, pareces una anciana de 70 años, no creo que llegues a los 50, eres una floja de mierda, de nada sirve un cartón profesional, etc., etc…
Hay días en que despierto y no puedo creer cómo se puede soportar tanto daño, medito que un título no te da la certeza de que encontrarás una buena pareja, y un matrimonio con hijos nunca debe ser la razón para sostener tanto dolor. A veces no me quedan ganas de seguir siendo una guerrera, pero busco la fuerza en mis hijas.
Le agradezco a Dios haberme sacado de ahí, pero a la vez le pregunto por qué permitió que me hicieran tantas heridas.