Al comienzo con las cuarentenas totales me sentía ahogada, sofocada, corriendo para poder ir al súper y que me alcanzara el permiso de 2 hrs, en el banco estaba parada muchas horas, pero me sentía bien el poder salir. Ahora de ánimo estoy bien, pero debo tratar de estar mejor para poder ayudar a mi madre, ya que tuvo 2 operaciones y su recuperación ha sido un poco lenta. De todas formas me siento agradecida, mi Dios me sostiene cada día, junto a mi familia y mi trabajo.