¡Sorprendido! Una pandemia no es suficiente como para lograr que tomemos conciencia de cuán frágil es la vida. El ser humano es un animal de costumbre, en la medida que esta enfermedad avanzaba y restructuraba en variantes, nosotros seguíamos comportándonos de manera egoísta y sin prestar oídos a tantos horrores y muertes. Con el tiempo nos relajamos, mientras la enfermedad -un organismo inferior (supuestamente)- se camuflaba y aprendía de nosotros. No nos sorprendió ni nos afectó la muerte de millones de personas. No nos afectan las variantes, ni siquiera recordamos sus nombres, estamos sumergidos en una era en la que estamos presentes pero no estamos, en la que nos reunimos, y como dice un cómico, conversamos por whatsapp con quien no vino. Aquellos hombres y mujeres que disfrutaron alguna vez de las cosas simples de la vida hoy fueron dejados morir por quienes quieren tenerlo todo de manera rápida, sin importar a quien atropellen en dicha carrera. Si estas mismas personas son los que dirigirán con el tiempo empresas, países y gente, entonces el futuro será como esta pandemia… Evolucionará tecnológicamente pero nos dejará retrasados como seres humanos.

Escuchar es ayudar

¿Alguna vez alguien te contó un problema sobre su salud mental?
Para poder superar situaciones complicadas lo primero es hablar con otros. Y saber qué decir es clave para poder ayudarnos.

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