Últimamente me he sentido muy enfermo, adolorido y desesperanzado. Después del estallido social, y a causa de mis múltiples traumas con la violencia policial que se me ejerció desde niño y a mis antecesoras, se me detonó una fibromialgia horrenda. Hoy estoy en cama, esperando a que me tomen en cuenta con el carnet de invalidez. Y hoy me siento especialmente desesperanzado y desesperado, quiero que caiga un meteorito y acabe con nuestra existencia porque llevo toda mi vida rodeado de pedófilos desde bebé. He escuchado las historias más repugnantes de madres violadoras y he tenido que darle acompañamiento a las víctimas, en otros contextos; yo fui la víctima y ya no doy más, me quiero morir o que maten a todos los pedófilos.