Buenas tardes. No tengo ganas de nada, ni siquiera de vivir. Quisiera estar acostada todo el día pero a la vez salir corriendo, solo correr y no sentir ni escuchar nada. No puedo dormir por las noches, hay noches que no duermo nada y me levanto a cocinar porque tengo que hacerlo. Nada me motiva, estoy irritable, no se me puede decir nada, que exploto.

Nada ya me llama la atención, no quiero salir y cuando duermo un poco y despierto en la mañana, despierto con dolor de cabeza. Tengo un dolor como de pena, un dolor en mi corazón, no se de qué es la pena, angustia, lloro por nada, pero así tengo que hacer las cosas de la casa.

Siento que soy un fantasma en mi hogar, todos viven su vida, ríen, son felices, se aman (mis hijos y mi ex marido). ¿Y yo? Nadie me pregunta cómo estoy, nunca me dicen algo bonito, ni un buenos días, soy el fantasma que les hace todo. Ellos saben que llegarán a casa y su cama está echa, llegan a almorzar y el almuerzo está listo, se cambian ropa que la ropa está limpia y planchada. No sé qué hacer, no sé por qué vivo, si al final no quiero y no tengo ganas de nada.

Escuchar es ayudar

¿Alguna vez alguien te contó un problema sobre su salud mental?
Para poder superar situaciones complicadas lo primero es hablar con otros. Y saber qué decir es clave para poder ayudarnos.

volver