Por fuera sigo siendo el que alegra a los demás, por dentro la verdad no sé si vale la pena seguir adelante, una pega donde los insultos son pan de cada día, y levantarme, ver mi casa sola, me gustaría cerrar la puerta, apagar mi celular y dormir un día, dos, todo da lo mismo de verdad, ya todo me da lo mismo… Quisiera llorar y no puedo, quisiera contar a alguien cómo me siento realmente pero no hay nadie en quien confiar.