Mi ánimo de un rato a otro se vino al suelo. A veces se me aprieta el pecho trabajando. Llego a trabajar y quiero irme, pero tampoco quiero estar en casa, porque he tenido problemas que no he podido resolver, entonces pienso mucho y eso me agota. Duermo muy mal, tengo pesadillas y despierto muchas veces en la noche.