Me siento sola, cansada, siento que no tengo apoyo de nadie. Tengo pareja, pero es como si no la tuviera. Trabajo media jornada, y el resto de la tarde en los quehaceres del hogar, y en atender a mi hijo con autismo y enfermedad renal crónica. Casi no tengo tiempo para mí. Además, lo que gano apurado me alcanza para pagar los gastos de la casa, que lo hacemos a medias con él. Mi pareja no me ayuda en nada, y el padre de mi niño tampoco. Por eso y tantas otras cosas me siento así.