Mi ánimo y motivación están bajos, me siento sobrecargada de responsabilidades, sin tiempo para mí.
Tengo un hijo de personalidad oposicionista, es un joven adulto y es muy difícil convivir con él, porque sólo hace lo que quiere hacer, a pesar de conversar y haberlo educado con buenos hábitos, predomina su carácter difícil y opositor a todo orden que se debe tener en cosas cotidianas.
Ya no peleo por esto porque me absorbe la energía y ahora la cuido porque la necesito mucho.
Gracias por este espacio.