He tocado fondo un par de veces este último tiempo. Primero, por una relación de pareja que se ha vuelto insatisfactoria y decepcionante, donde me he sentido ignorada y responsable al cien por ciento de la familia y los hijos, a pesar de tener un marido al lado. Demasiado peso y cansancio. Eso, sumado a un cuadro de enfermedad crónica, ha hecho más difícil sobrellevar la situación. Y para peor, el año pasado hubo dos pérdidas importantes en la familia, muy dolorosas, lo que me llevó a hundirme nuevamente y vislumbrar una desolación terrible, profunda, muy triste. He podido salir un poco a flote solo porque hago el mayor esfuerzo y pienso en mis hijos… Pero agota vivirlo sola y sin apoyo emocional.