Ha sido tremendo pasar por el aislamiento, la falta de recursos, la incertidumbre, en soledad. Los que ya teníamos algún trastorno del ánimo fue muy duro, los ingredientes de siempre aumentaron, la angustia, la ansiedad, la depresión, peor en soledad.

Y no, en Chile no existe la salud mental: cobertura, asistencia, seguimientos, programas a nivel nacional. Entonces el tratamiento se reduce a la oración y la autoayuda, dado lo estigmatizante de este tipo de enfermedades, sumado al hecho de no ser comprendidas, y muchas veces no asumidas por familiares y paciente.

En mi caso particular, con un diagnóstico de bipolaridad, sigue siendo muy difícil de sobrellevar y para otros debe ser igual o peor, la posibilidad de empeorar a pesar del tratamiento o caer en consumo de drogas duras es muy real. Ruego a Dios, que me siga dando esperanza y fuerzas, a mí y a todos los que sufren este tipo de enfermedades tan incomprendidas.

Escuchar es ayudar

¿Alguna vez alguien te contó un problema sobre su salud mental?
Para poder superar situaciones complicadas lo primero es hablar con otros. Y saber qué decir es clave para poder ayudarnos.

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