Estoy viviendo un duelo, pero a pesar de eso, sé que nos tenemos unas a otras con mis hermanas y familia, y nos hemos apoyado en todo momento. La situación de la pandemia nos alejó para cuidarnos, pero ahora volvimos a reunirnos los sábado. La familia y amigos son fundamentales para vivir en armonía, y somos creyentes, y Dios y nuestra madre la Virgen de los Rayos, han sido misericordiosos conmigo y con todos.