Estoy súper triste, no paro de llorar, pero oré a Dios y tengo una paz muy linda. No dejo de estar triste pero al menos sé que Dios me vio y me escuchó y se apiadó de mí… Hay muchos problemas aquí en este lugar, veo cómo la gente ya no puede más…
Dios tiene el control, acerquémonos a él. ¡No pierdes nada con orar ! No les aseguro que la tristeza pase, pero sé que Dios te dará paz en la tormenta, y verás cómo él te da ánimo.
Les quiero a cada uno de ustedes.