Deprimida. Hay días en que estoy súper bien, pero en otros es tanta mi angustia que no me quiero ir a dormir pensando en cómo amaneceré mañana. Trato de estar encerrada en la casa, en mi pieza, a oscuras y dormir, y dormir, para que avancen luego los días, me dan ganas de dormir y no despertar más. En fin.