Desde que empezó la pandemia me dio un miedo horrible de contagiarme y contagiar a mis papás e hija, ya que trabajo en el área salud (administrativa en un consultorio). Entonces empecé a engordar, me dio hipertensión y cuando me encontraba con amig@s lo único que hacia era llorar, porque me sentía bien desahogándome con ell@s.

No tengo ganas de suicidarme y ni de matar a nadie, pero eso hizo que mis amig@s, o los que yo pensaba mis amig@s, empezaran a alejarse y hablar a mis espaldas de mí, que no se podía hablar conmigo que yo era un problema y vivía de problemas.

Ahora estoy con otra psicóloga y llevo 3 sesiones porque no quiero sentirme así. Cada día me siento más sola y no me gusta que hablen y digan cosas malas de mí a mis espaldas. Sé que tengo que salir adelante y por eso lucho cada día por no llorar, y claro, ya me alejé de esos supuestos amig@s.

Siempre cuando alguien en mi trabajo se acerca a mí y me cuenta que esté pasando lo mismo que yo o más grave, la escucho y le doy consejos, que tire para arriba, y que si quiere hablar con alguien que cuente conmigo, porque creo que si me contó sus cosas es porque tuvo la suficiente confianza para desahogarse con alguien o porque ya no daba más, pero creo que esta pandemia sacó lo peor de mucha gente, como la falta de empatía o la agresividad.

Escuchar es ayudar

¿Alguna vez alguien te contó un problema sobre su salud mental?
Para poder superar situaciones complicadas lo primero es hablar con otros. Y saber qué decir es clave para poder ayudarnos.

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