En general la pandemia no me ha afectado mucho. Claro, tengo que reconocer que la mascarilla ha sido lo más molesto para mí. Ya me he acostumbrado un poco y trato de hacer una vida casi normal. Voy al centro, hago mis compras, casi no entablo conversación con nadie y me cambio la mascarilla cuando ya la siento molesta.

Soy una persona con mucha fe en Dios y sé absolutamente que él nos ha protegido a mí y a mi familia. Claro, también he tenido tristezas porque perdí a mi madre, no por la pandemia sino porque solamente llegó su hora justo en el año de la pandemia, con sus 86 años.

Con mi esposo teníamos ganas de viajar pero no nos atrevemos a hacerlo en bus, tantas horas con mascarilla, pues es muy molesto. Por lo demás nuevamente hay brotes debido a personas estúpidas que no han cumplido con las vacunas y andan desparramando el virus porque piensan y leen estupideces como que si se vacunan van a quedar identificados con un chip y no se dan cuenta que ya todos estamos identificados con las redes sociales, donde cuentan toda su vida, bueno a los que les gusta las redes sociales.

Es verdad que a veces siento una tristeza inexplicable. Pienso cómo será nuestra vejez pues a una tía le dio Alzheimer, y le pido a Dios que a mí no me pase pues es muy penoso sacarla de su entorno, su espacio, su perro, y tener que hacer abandono para primero tener que buscar ayuda entre la familia, como cuidarla mientras se tramita un hogar que es carísimo y los recursos no dan para eso, y pienso en lo atrasado que está este país en la salud, y me preocupa, y eso me angustia.

Dicen que este país va a ser dentro de poco un país de ancianos. Qué terrible es pensar como será nuestra vejez y cómo se están formando los niños y jóvenes sin respeto hacia sus padres ni educación alguna con su prójimo, que confunden libertad con libertinaje. El mundo está terrible; bueno, un libro sabio como la Biblia lo verifica. No vendrán tiempos mejores.

Lo peor de todo son los programas de televisión poco productivos para la mente de las personas, nada constructivo para estos tiempos modernos. Ya no se lee. Los niños y adolescentes solo juegan con el tablet o pegados al celular sentados todo el día, ya casi ni juegan, y lo encuentro poco normal en la vivencia de un niño para su desarrollo y formación futura. Si hasta hay psicólogos modernos que avalan al niño para que no le pongan límites porque eso los podría frustrar. Qué terrible, qué futuro nos espera. Bueno, ya me desahogué. Sin ofender a nadie, perdón.

PD:  la vacuna debiera ser una ley por la salud de todos.

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