La verdad es que he sentido incertidumbre… Más que nada por lo que le pueda pasar a mis familiares, en especial a las personas de la tercera edad. Parte del encierro ha provocado, además, desvincularnos de nuestros entornos, lo cual se ha visto influido -a mi juicio negativamente- en la relaciones interpersonales, esto por el lado de la pandemia.

Por otro lado, tenemos el cambio de gobierno, lo cual creo que también genera cierta ansiedad. En conclusión, estamos viviendo tiempos muy complejos a nivel mundial, y lamentablemente en Chile no existe salud mental, el que no tiene dinero para pagar un psiquiatra y psicólogo simplemente no puede acceder a la ayuda necesaria para mejorar.