Siento que mi trabajo exige cierta forma de comportarse y relacionarse que me está costando separar de mi vida social. No tengo amigos nuevos, en parte porque no quiero poner en riesgo la imagen de mi trabajo. En mi puesto debo supervisar y controlar el cumplimiento de muchas cosas, y quien cubría el puesto anteriormente dejó mucho que desear. Por tanto, no quiero que se me asemeje o se me compare con esa imagen, trato de alejarme lo más posible, pero me está pasando la cuenta.