Este año ha sido mucho más complejo que el anterior, ha habido mayor carga laboral y las emociones están en un torbellino.

Siento que ha sido más fácil sentirme mal por no cumplir en todo lo que debo hacer diariamente, el sentir que no hay respiro, todo es muy incierto. De hecho ahora mismo me encuentro en busca de ayuda psicológica, pero pasa que es también muy caro y la Isapre no cubre lo ideal.

Ha sido un tiempo de mucho llanto, cansancio físico, falta de esperanza, dormir mal de noche, no poder marcar rutina, hacer todo corriendo todos los días, comer mal.

Escuchar lo mal que les va a otros tampoco ayuda, las enfermedades… Desde antes de la pandemia mi familia empezó con eventos en la clínica, mi padre intubado por una infección y en coma durante un mes, luego mi hermana chica con cáncer de mama, algo que la afecta a ella y a mí, que deberemos estar en constantes exámenes durante el resto de la vida.

Muertes por Covid cercanas, ver que negocios familiares quiebran o se ven con grandes dificultades, cuando un integrante del equipo cae enfermo y deben cerrar todo… siento que hay una nube de preocupaciones constantes por las cuales más que tener mejores deseos no se puede hacer casi nada.

Escuchar es ayudar

¿Alguna vez alguien te contó un problema sobre su salud mental?
Para poder superar situaciones complicadas lo primero es hablar con otros. Y saber qué decir es clave para poder ayudarnos.

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