Me siento pésimamente mal, lo único que deseo es dormir y no despertar más.

No tengo motivación alguna, no tengo por qué o por quién luchar. Vivo en una pieza arrendada de 5×4 y hace unas 3 semanas me tuve que ir de la casa de mi pareja después de 5 años de convivencia. Todos los 10% están invertidos en esa casa. Y yo me fui solo con mi ropa, unos fideos y arroz. Sí, tenía para comer pero dónde cocino si no tengo nada. Me dolió mucho mucho el que no pensara “¿en dónde cocinará?, ¿dónde tomará un café?”.

Llevo 21 días comiendo pan… Saben los deseos que tengo de comer un plato de comida, pero tengo que fingir que estoy bien y no paso hambre. Y que soy feliz, pero bueno, es lo que me toco vivir.

Ya estoy harto de esto. He pensado en morirme y a nadie le importaría, y nadie lloraría por mí.

Escuchar es ayudar

¿Alguna vez alguien te contó un problema sobre su salud mental?
Para poder superar situaciones complicadas lo primero es hablar con otros. Y saber qué decir es clave para poder ayudarnos.

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