Me siento fuerte, resiliente y con energía, aunque algunas veces cansado, no físicamente cansado, más bien cansado de actitudes de algunas personas. Siento que cada vez se pierde más la empatía, y la capacidad de estar ahí de verdad. Lo que cansa es ser buen humano y recibir narcisismo, mentira, desinterés. No imagino lo complicado que debe ser vivir esto para alguien débil mentalmente. Gracias a la vida, actividades como mi trabajo, la Universidad, el entrenamiento, etc., se mantiene mi motivación alta. Aún así, la ansiedad algunas veces pasa la cuenta. Conclusiones: lo más importante es mantener la sanidad mental, alejarse de lo que nos hace mal, y seguir viviendo. Aprender y crecer.

Escuchar es ayudar

¿Alguna vez alguien te contó un problema sobre su salud mental?
Para poder superar situaciones complicadas lo primero es hablar con otros. Y saber qué decir es clave para poder ayudarnos.

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